Descripción

* Todo el pescado sufre mermas cuando se escama y eviscera, por motivos higiénicos estos desperdicios (barriga, espinas, aletas) no serán enviados.

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El rape es un pescado blanco de agua salada, de aspecto espeluznante, con una cabeza enorme que la preside una boca amenazante llena de puntiagudos y afilados dientes. Característico es también el tacto gelatinoso de su piel. 

La gran mayoría viven en las más densas profundidades del océano. No obstante, los rape suelen habitar también en aguas de mediana profundidad, entre los 20 y 1.000 metros.

Los rapes prefieren vivir en terrenos arenosos o fangosos medianamente próximos a la costa.

Se alimenta de todo tipo de peces, permaneciendo gran parte del día escondido o semienterrado a la espera de sus presas que se sienten atraídas por su señuelo luminoso.

El rape es  muy valorado en cocina por la ausencia de espinas, por su carne blanca y tersa, porque aguanta cocciones largas y en cualquier preparación está riquísimo.

El rape gallego procede de las capturas de la flota de bajura de las Rías Gallegas, para lo cual se usan redes, miños o trasmallo.

Hay que tener en cuenta que  alrededor de un 40% del peso es cabeza, de la que apenas se puede aprovechar su escasa carne pero con la cual se pueden elaborar fumets, sopas y caldos de mucho sabor.

No confundir con el rapes blanco,  de menor calidad y sabor. Es fácil diferenciarlos mirando en su interior, pues en la barriga posee una especie de telilla, y el color de esta telilla es la que los diferencia a simple viste.

Recomendación del chef: tratándose de un rape gallego, no podría ser de otra manera: rape a la gallega.