Descripción

El rodaballo es un pescado blanco semigraso que habita en fondos marinos de arena, fango o grava y se alimenta de plancton y otros peces, así como en menor medida de moluscos y crustáceo, en el que destaca su carne blanca, laminada y firme con un sabor fino y delicado.

Su cuerpo es plano y casi circular, con una cabeza grande y con ambos ojos situados en el lado superior.  Su coloración va de grisácea a parduzca con una superficie verrugosa moteada en blanco o negro, dicha coloración va a depender del sustrato en el que habite. El lado ciego es de color blanquecina, aunque raramente puede presentar coloración. 

El rodaballo gallego procede de las capturas de la flota de bajura de las Rías Gallegas, embarcaciones que salen a faenar cada día y nos garantizan la frescura de sus piezas, para las cuales se usan redes, palangres, anzuelos o trasmallos.

En la actualidad encontramos en la mayoría de los mercados rodaballo de piscifactoría de sabor menos intenso, para diferenciarlo nos fijaremos en su color, el rodaballo salvaje pinta un color marrón oscuro, mientras que el rodaballo de piscifactoría apunta hacia un verde oscuro. Otra diferencia la encontramos en el lomo. Si apreciamos unas ligeras elevaciones redondeadas al tacto como si fueran motas, es rodaballo salvaje.

Recomendación del chef: gracias a su piel dura es un pescado ideal para hacer a la parrilla o a la plancha.